Lugares bellos hay muchos, en todos lados, pero este en particular es el que mas me gusta. Capilla del Señor. Capilla del Señor es un pueblo en etapa de crecimiento (cosa que me entristece bastante) con una juventud que a veces creemos bastante dormida, pero que tiene mucho potencial.
Toda foto tiene un principio y un fin. Esta es la historia de esta foto
El 9 de Octubre pasado a las 9:00 de la mañana partí hacia Victoria con la idea de tomar el otro tren que me llevaría a Capilla del Señor, seria mi primera viaje en tren a capilla (siempre hay alternativas). Dio la casualidad que era fin de semana largo y mucha gente viajaba conmigo. Camine del primer al ultimo vagón sin reparar en los rostros de la gente, sabia que estaban pero no era momento de verlos. Pase la primer estación desde retiro y decidí volver al primer vagón, entonces fue cuando vi la gente y los mil y un cacharros (como dice mi abuela) que llevaban a cuestas. Carpas, bolsas de dormir, colchonetas, mochilas de las copadas, vos sabes, esas de las que tiene bolsillos hasta en la parte que va en la espalda (mas de uno debería estar sintiendo vergüenza por haberle dado alguna que otra utilidad "dudosa" a ese bolsillito,jaja) Guitarras y afortunadamente muy poco equipaje. De golpe me di cuenta que las puertas del tren llevaban abiertas un largo rato, entonces mire por la ventana y salí corriendo, había llegado a Victoria. Como era de esperarse corrí hasta el tren que estaba a punto de arrancar y subí. Yo, que me considero nostálgica, sentí demasiada emoción a ver al boletero, lo juro era un boletero, no como los de antes, pero boletero al fin y al cabo. Pero el boleto no lo saque hasta pasado un buen rato. Entonces me puse a ver a las personas que estaban en el vagón y me quede con aquellos que estaban por delante de mi asiento. La pareja y su carpa y un hombre que leía (Comer, rezar, amar). Emprendí viaje hacia capilla del señor. Se me acerco el boletero y si bien sabía cuanto salía el boleto no pude evitarlo y se lo pregunte. Le di mi mejor sonrisa, eran $2. Pasados unos 70 minutos de viaje me acerque hasta el Oficial y le pedí un papel pero no tenia, el hombre que leía me dijo que el tenia hojas para prestarme y el dije que por el momento necesitaba una. A los treinta minutos tuve que pedirle otra hoja y el me pidió que me sentara, y nos pusimos a charlar. El, al igual que yo, viajaba a capilla, yo por placer, el para ver a su hija. Charlamos un largo rato, bajamos del tren y lo acompañe al encuentro con su hija y seguí mi camino. Pase a visitar a mis sobrinas y amigos, tome prestada una bicicleta y me dirigí al arroyo. ¡Hacia un día tan bello! estaba tan emocionada con el viaje, entonces agarre mi cámara y tome algunas fotos, de todas ellas esta fue la que mas me gustó. Simple, siniestra y hermosa
Esa misma noche en capital vi a Bússola.